martes, abril 03, 2012

Lealtades vocacionales

Admiro a los tipos fieles a sus principios, respetuosos con sus normas incluso cuando la lógica, la sensatez o un juez dictan lo contrario. A los que eligen su camino y tienen claro que, acertado o no, es el suyo. A la gente como Jimmy Colosimo, que trabajó toda su vida para la banda de Bugs Moran y no conoció más patrón. No tuvo otro oficio que estar a sus órdenes y se dedicó a ello con toda la decencia y pulcritud de un médico forense. Era un tipo correcto, profesional, educado hasta el extremo, al que lo único que le molestaba de que le persiguiera la policía era saltarse los semáforos en rojo.

Jimmy llevó una vida arriesgada a la que solo se suele entrar por ambición, osadía o la mirada infectada de una mujer, pero su historia era diferente. Una noche en el Korova la compartió conmigo: Verás Pike, mi infancia fue difícil. Mis padres vinieron de Italia sin nada y tuvieron muchos problemas para encontrar una habitación donde guardar el vacío de sus maletas. Aún recuerdo como a la hora de la comida mi madre racionaba y nos repartía las manchas en la ropa por igual. Bugs Moran conocía a todo el barrio y cuando se enteró de nuestra situación se ofreció a ayudarnos. Yo era un crío desnutrido, pequeño, pero él vio algo en mí y me ofreció entrar en la banda. A cambio, dio trabajo a mi padre en una lavandería y, sobre todo, nos dio la oportunidad de salir adelante. Pike, sé que no está bien lo que hago, pero aquel tipo apostó por mí, ayudó a mi familia, y eso, muchacho, son cosas que no se olvidan - recordaba Jimmy agradecido.

Durante el tiempo que pasó en la banda, Jimmy no cambió su forma de pensar. Detestaba a los polis que se dejaban sobornar, pero apreciaba a los que honradamente hacían su trabajo, - al fin y al cabo cada uno tiene que ganarse la vida como pueda -, decía. El resto de chicos de la banda admiraban a Jimmy, sabían que era especial y le respetaban. Dino Barese me dijo una vez: Los jóvenes han perdido el respeto. Hoy en día cualquier niñato lleva una pistola y va soltando tiros sin sentido. Deberían aprender algo de Jimmy. Él, cuando dispara, lo hace de usted.

Colosimo murió el catorce de febrero, ametrallado en un garaje junto a seis miembros de la banda de Moran. Fue en la conocida masacre de San Valentín donde unos tipos se hicieron pasar por polis y luego ejecutaron a los chicos de Moran. Esa misma noche en el Korova, alguien dijo que aquello había sido un golpe dado por profesionales. Dino Barese estaba sentado allí aquella noche, lamentando lo ocurrido. Agarro su vaso con fuerza y sin dejar de mirarlo espetó: ¿Profesionales? Por Dios. Si Jimmy hubiera hecho esos disparos, les habría mejorado hasta el corte del traje.


- ¡Jules, como le des 500 pavos a ese gilipollas, me lo cargo por principios!
Vincent Vega (John Travolta) · Pulp Fiction