martes, septiembre 17, 2019

LAS NOVEDADES


Me entusiasmo tan fácilmente con el Atleti que basta con el cambio de un utillero y un par de carteles de publicidad del estadio en verano para que mire con ilusión la próxima temporada. Estrenar algo, sea un jugador, una camiseta o una cicatriz siempre agrada, porque los veranos ilusionan cuando hay caras nuevas y no cuando te cruzas todos los días con las mismas en el ascensor.
Si un político o un director deportivo dice que pondrá todas sus energías en algo, yo revivo aquel momento en que decía a mis padres que me iba a esforzar al máximo, que lo daría todo en la biblioteca. Y lo daba. En la cafetería de la biblioteca, para ser más exactos. Por eso acojo con escepticismo los fichajes o los esfuerzos denodados. Si aterriza en España un veinteañero inglés con los brazos cargados de tatuajes, lo normal es que en dos meses sea antes noticia por hacer balconing que por congraciarse con la afición. Pero Kieran Trippier, con alguna frase amable y un par de sonrisas, la base para para empezar a ligar de toda la vida, nos ha conquistado. Ya habrá tiempo de ver cómo se le da lo de jugar al fútbol. Muy diferente ha sido el debut de Lodi, que en su estreno como jugador rojiblanco igualó el record histórico de Torrisi y Seitaridis —respeto a las leyendas—, expulsados en sus primeros noventa minutos de Liga. Un precedente como para coger el primer vuelo de vuelta a Brasil. Sin escalas.

Pero si hay una novedad que de verdad seduce a los rojiblancos, es la de João Félix. Muchos aficionados ya se han ilusionado con él porque le ven muchas similitudes con Kaká, que precisamente es lo que a mí me preocupa. En cualquier caso, se trata sin duda de un jugador especial que apunta a estrella en sus regates, firmando autógrafos o encontrando un rincón para orinar. Le bastó el primer partido para dejarnos una jugada de autor y el segundo para urdir el lance decisivo del encuentro. También los rivales han debido notar que apunta a algo grande, porque en ciento ochenta minutos ya le han realizado varias de esas entradas en las que saltan sudor, sangre y la virgulilla de su primer nombre. Este jugador durará en el Atleti un año, dos o los que sean, pero no me voy a preocupar. Sólo pienso en disfrutarlo porque me ha hecho recuperar aquella vieja sensación de cuando comenzaba un nuevo curso y ya tenía a la vista las fiestas de las facultades de enfermería y magisterio.
Además de los fichajes, esta temporada tenemos novedades en la capitanía. La ocuparán Koke y Saúl, dos canteranos que suman juntos casi setecientos partidos de rojiblancos; junto a ellos, Giménez y Oblak, otros dos jugadores a los que se les acumulan temporadas, batallas y títulos con el Atleti. Ves este bagaje y asusta pensar que años atrás el club adolecía tanto de ese vínculo con sus futbolistas, que nombraron capitán a Costinha recién llegado a Madrid, cuando el liderazgo no le alcanzaba todavía ni para organizar la cena de Navidad del equipo.
Y otro de las novedades que puede darse, de aquí al cierre del mercado, es la salida de Ángel Correa. El argentino es un jugador con talento, quizá irregular e inconstante, que no ha explotado como se esperaba, pero con una edad en la que lo mismo puede acabar rompiendo en un futbolista excepcional que viviendo en una autocaravana. En la grada hay división de opiniones con él, pero un jugador con su historia, su intermitencia y ese costurón que le atraviesa el pecho, rezuma ADN atlético.
La Juventus gasta este verano ochenta millones para fichar a De Ligt y en el primer partido de liga la novedad en la defensa es que juegan Bonucci y Chiellini. El Atleti realiza ocho fichajes, ocho novedades en la pantilla y los dos primeros partidos de Liga los gana uno a cero. Cholo Tancredi Simeone. Cambiarlo todo para que nada cambie. Las novedades se nos desgastan rápido.


(texto publicado originalmente en La Vida en Rojiblanco el 29 de agosto de 2019 LAS NOVEDADES )