Derrota
Creo que todo empezó con Sabina y su universo de perdedores. Aquella chica de medias negras, el peor dotado de los conductores suicidas, todos los que tardamos en aprender a olvidar, tan joven y tan viejo... No ayudó Ethan Edwards cuando se quedó apoyado en el quicio de la puerta, ni Rick Blaine cuando insistió para que Sam volviera a tocarla una vez más. Tampoco lo hicieron William Munny, Pike Bishop y su Grupo Salvaje, y mucho menos Willie Conway cuando optó por olvidar a Marty, aquella Beautiful Girl a la que todos los demás no pudimos olvidar jamás
Cuando Bogart y Eastwood pierden, su armadura de caballero andante todavía brilla más y, en realidad terminan ganando, aunque simplemente sea un ático con vistas en nuestro corazón. ¿Pero, por qué? La respuesta era obvia, estaba ahí, pero no supimos verla… Porque son Bogart y Eastwood. Deberían avisar que jugar a ser perdedor en la vida real puede traer consecuencias catastróficas. “Rodaje realizado por especialistas”, “Consulten a su farmacéutico”, “No intenten hacer esto en sus casas”.
…
Comenzó con cosas banales, como los dardos, el poker y el cabello. A mitad de la partida me di cuenta de que los juramentos de amistad y amor eterno habían sido hechos sobre una biblia de ceniza. Los títulos de crédito asomaron cuando comencé a abandonar pequeños trozos de orgullo arrastrándome por lugares que fueron míos y que ya no lo eran. Cuando me di cuenta de que ya no me gustaba aquel traje de perdedor, cuando quise desprenderme de aquella coraza era ya demasiado tarde. Se había pegado a mi cuerpo y el disfraz se había convertido en piel, mi piel, mi yo.
Los perdedores sólo resultan atractivos en el cine o en una canción. En la vida real no. En la vida real han perdido el atractivo y hasta la mismísima puta gracia.
Solo hay una cosa peor que ser un perdedor y es ser uno de esos tipos que se sientan en un bar a contar la historia de como se volvieron perdedores
Homer Simpson · The Simpsons
5 Comentarios:
me recordó a varios libros de Paul Auster que leí, sus personajes suelen ser perdedores.
El Libro de las Ilusiones de Auster, es altamente recomendable, así como El Palacio de la Luna. Esos sí que son perdedores.
Creo haber estado en el Korova. No lo recuerdo bien pues me lo impide el humo. Será un placer dejar que me invites a la penultima.
Un gustazo leerte.
Creo que no elegí mal al aceptar tu invitación al Korova. Tengo cierta fascinación por el estilo de este mundo salvaje y descarnado. Guiado por las pasiones y resuelto en la más absoluta escasez de opciones. La sordidez del lugar me hechiza, me seduce. Definitivamente me atrae.
Tal vez en la piel queden rastros de alguna vida pasada en la que fui parte del clan de los "tipos duros" y quizás re-encarné en la más peligrosa de las formas... La femenina.
Un gusto y besos celestes.
Los auténticos perdedores, nunca reconocen que lo son...
Besos con sol.
La ficción es la única que sostiene la filosofía del loser, en el mundo real hay que tener los puños de piedra y el aguante de un fakir.
Claro que esto no quiere decir que no se pierda de vez en cuando, pero la cosa no es andar botando lagrimas por ahí.
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