SHACKLETON Y EL LIDERAZGO
Un líder aparece en los momentos trascendentales. En el
colegio, el trabajo o decidiendo el bar para las copas, aparece para tomar las
riendas. Por muchos manuales de autoayuda o sesiones de coaching que tengas, el
liderazgo es una virtud innata: se tiene o no se tiene. Un líder se impone
desde el carisma no desde la autoridad.
Se buscan
hombres para viaje peligroso. Sueldo escaso. Frío extremo, meses de completa
oscuridad. Peligro constante. No se asegura el regreso. Honor y reconocimiento
en caso de éxito
No llega a treinta palabras que siguen
siendo la envidia de cualquier publicista. Fue el anunció al que respondieron
más de cinco mil hombres, publicado en un diario hace un siglo por el
explorador Ernest Shackleton, con el objetivo de alcanzar el polo sur y
atravesar la Antártida de costa a costa en un viaje glaciar de casi 3.000
kilómetros. El 1 de agosto de 1914 el Endurance partió del puerto de Londres con
veintiocho tripulantes a bordo, pero el barco quedó atrapado en los hielos del
polo y se hundiría finalmente. El fracasó de la misión podía haber quedado como
apenas un par de líneas en los libros de historia, pero acabó convirtiéndose en
una de las más legendarias hazañas de la exploración. Shackleton estableció un
campamento en el hielo y lideró en todo momento a sus hombres, manteniendo alto
su ánimo y la confianza en el regreso. Tomó decisiones, alguna muy arriesgada, como
sacrificar para alimentarse a los perros que arrastraban los trineos o el viaje
que emprendió hasta Georgia del Sur junto a otros seis tripulantes en busca de
ayuda, mientras el resto de la tripulación permanecía en el campamento. Dos
años después de su partida los veintiocho tripulantes del Endurance, sin perder
ninguna vida, regresaban a sus casas. Cuando se acariciaba el desastre,
Shackleton mudó un fracaso en hazaña y cambió la historia para siempre.
El Atleti cayó en la fase de grupos de la Champions League. Poco después
era eliminado por el Sevilla de la Copa del Rey, mientras en la Liga la
distancia con el Barça se antojaba ya inalcanzable. Lamentos, críticas y
legiones de forenses afilando sus escalpelos para practicar la autopsia a la
etapa Simeone. Se hablaba de discursos acabados y de jugadores en decadencia,
en un equipo que no se había podido reforzar en verano por la sanción del TAS. Días tan grises y tristes que deprimirían a un británico. Pero los líderes nacen para estos
momentos complicados. Cuando la lógica, la sensatez o un juez han dictado
sentencia, entrenadores como Simeone hacen caso omiso y refuerzan su fe en el
grupo. Mantienen la confianza en los suyos y ejercen su liderazgo para conducir al equipo y esquivar el fracaso cuando otros
ya daban la temporada por desahuciada. Desoyendo las críticas para pelear cada
partido de liga como si el Barcelona no estuviera invicto y en números de
campeón intratable.
Unos meses después, el Cholo ha vuelto a lograrlo. Ha
variado lo que parecía el rumbo al desastre, logrando que el equipo compita en
la Liga hasta el final y que la afición mire con interés al escote de la Europa
League. Hemos pasado de recelar de esta competición, como unos jóvenes en un
bar a las diez de la noche, a mirarla con los ojos del universitario a las
cinco de la mañana con el bolsillo lleno de preservativos que se muere de ganas
por reservar una cama en las vitrinas del Metropolitano. Cuantas veces no
habremos vivido eso.
Pike Bishop
(texto publicado originalmente en Diarios de Fútbol el 3 de mayo de 2018 http://www.diariosdefutbol.com/2018/05/03/shackleton-y-el-liderazgo/)
1 Comentarios:
Ya conocía tu vena colchonera por Twitter pero que la traigas aquí también es de agradecer ��
Un besazo guapo ��
Publicar un comentario
<< Home